martes, 30 de noviembre de 2010

Yo, la mala junta

“Me carga esa niñita, tiene mucha personalidad, es agrandada y, además, sus papás se separaron”.  Esa debe haber sido la conversación de las apoderadas del curso de #mipobrehermana desde cuarto  básico. Señoras engrupidas, por cierto, que vieron en ella una amenaza  por ser de una familia mal constituida como se le decía  a principios de los 90. Década en la que separarse no era visto como un fracaso de pareja, sino como un castigo divino.
Como explicarle a esas prestantes señoras que consideraban a #mipobrehermana una mala junta que no se equivocaban. Pero no por ser hija de padres separados. Sino porque gracias a las directrices, a las prioridades, al cariño y a la confianza que le dieron estos seres raros, es que salió una niña feliz, rebalsada de cariño y a la que le dieron la posibilidad de ser ella. Si, no se equivocaron. Seguro pudo haber sido mala junta para sus hijas porque  sí tuvo la posibilidad de ser ella, de ser extrovertida sin ser reprimida, de ser escuchada  sin ser corregida y de tener permisos porque “la confianza se gana lento y se pierde rápido”. Frase célebre.
Cuánto pelambre pudo haber protagonizado #mipobrehermana. Cuántas tardes de cumpleaños infantiles  le copó las pupilas a esas “tías” y les dio tema para que pasara más rápido la función de títeres.  Hoy, treintona, pagaría por escuchar a esas señoras que parecían resueltas, con hijos controlados y felices, como se jactaban de esta pobre niña que iba con su nana a la celebración porque su madre tenía que trabajar. ¡Pobre niña, el abandono que debe sufrir!. Su mamá trabaja todo el día y su padre ya no vive en la casa. Niña criada sola.
Si alguien en el mundo no tuvo, tiene, ni tendrá carencias afectivas es #mipobrehermana. Cuántos de los hijos de esas viejas de mierda que se referían a ella como mala junta hubiesen pagado por tener padres tan presentes como los de ella. Una mamá que se sacaba la cresta trabajando jornada completa como se dice hoy y tener la fuerza de llegar a jugar, hacer tareas,  comprar cartulinas y a sacar canciones. Y un papá que cada día, si, cada día la pasaba a buscar a su casa, paseaban, conversaban y regaloneaban
#mipobrehermana conoce el poder y la fuerza de un abrazo. Le enseñaron que la energía que puede liberar un ataque de risa ya sea por un encuentro con las cosquillas, por un buen chiste, o por una asustadita en el final del pasillo con la luz apagada, no tiene comparación con nada. Que bailoteos en el living, tardes enteras de telefunque o la búsqueda del tesoro en el estacionamiento del edificio podían ser una aventura increíble. Un viaje al fondo de nuestra imaginación. A lo más profundo de las emociones. Mientras ellas dejanban a sus hijos con el staff que se encargaría de que sus hijos cumplan con sus tareas, asistan a sus actividades extraprogramáticas y se duchen y acuesten a la hora que correspondía.
Señora, #mipobrehermana tuvo varios periodos de condicionalidad en el colegio y sus pobres padres tuvieron que bancarse varias reuniones de emergencia. Pero siempre contó con la incondicionalidad de dos personas que sabían que era feliz, que confiaron en que  era una buena niña, extrovertida, pero buena. Una niña inquieta sin represiones. Y gracias a que ellos funcionaron de aval es que hoy #mipobrehermana es lo que es. Una mujer con limitaciones autoimpuestas, que se desvive por  repetir con sus hijos ese patrón de alegría en el que la risa es indispensable … y obvio, cree que es la mejor inversión…
Bajo esos canones señoras,  #mipobrehermana fue , es y será una mala junta; ojo con ella

martes, 23 de noviembre de 2010

Púdrete

(Canten) Lo más importante, en la vida es, sonreírle al mundo con optimismo y feeeee!!!! Puaj, a #mipobrehermana se le apretaba la guata… Si, te odia. #mipobrehermana te hace un bullying del terror, sostiene que eres la ameba de la semana, Voldemort para Harry Potter, o ese naipe típico que viene en el mazo de cartas que nadie conoce su utilidad. Porque ella cree que tu no sirves para nada después de las 18:00 horas.
Las razones  del  odio no se basan solamente en sus recuerdos de niñez en la que eras el día de corte de uñas y del repaso de las materias,  ni porque nunca se ganó un sorteo del Loto, ni porque a los 20´s era una tortura escuchar a su madre decirle LEVANTATE AHORA, YA SON LAS 2,  ni menos porque es el día de futbol. Te odia porque cada vez que llegas hace la misma promesa…. Mañana me pongo a dieta.
El Domingo y #mipobrehermana se repelen como imanes del mismo campo magnético. Hasta le cae mal la gente que se llama Domingo y a sus padres que los honran poniéndole ese nombre a sus hijos.
Afírmate Esso Market que allá va!!! Esta es la rutina. Cuando el reloj marca entre las 19:00 y las 19:30 se fuma un pucho en calma, se mira, se observa y de repente el portazo…. vuelvo en 5 minutos!… donde vas? Es que me aburrí de todo esto, mañana será el primer día de mi nueva vida, mañana haré un quiebre y empezaré de nuevo, trataré de volver a ser esa que fui, no puede ser que esto me la gane, y bla bla bla bla. Repito, afírmate Esso Market. No es raro que a su regreso llegue con un Trencito, o Sunny, o Súper 8 o Ramitas de Queso o todas las anteriores. Se sienta y el simple acto de sentarse frente a la tele a comer todo lo que trajo, lo convierte en una ceremonia en la que crea un pacto con su ángel malo. La vieran, muy de ceño fruncido y mandíbula apretada en un acto de completa formalidad.
Termina la bolsa,  no puede ni respirar pero se mira al espejo y como que se despide de ella misma. Mira por sobre el hombro y se habla en tercera persona…. No me ganaras! Esto se acabó! Algunos domingos #mipobrehermana como que me convence con el discurso. Y parte a buscar esas típicas fotos que retratan sus mejores imágenes, cuando usaba esos jeans de la talla que nunca mas usó y como método de completa tortura, saca las recetas de mousse de chocolate de la puerta del refri y la reemplaza por esta maravilla de foto que a estas alturas es una reliquia que fácilmente  podría ser tranzada en  una tienda de antigüedades. Pero ahí está plasmada su imagen en la puerta del refrigerador, como muuuuuuchos domingos anteriores.
Sushi, obvio, como no iba a comer sushi este domingo si quizás en cuanto tiempo no podrá comer palta, queso cremo ni salsa unagui… hace su pedido y durante esos 30 minutos de espera #mipobrehermana hace un desfile en su mente de todas esas prendas que esta vez si logrará volver a ponerse, y de cómo va a quedar después de terminar esta gran travesía que esta vez si logrará llegar termino. Lo jura, lo jura, lo jura!
Ya es lunes a medio mañana y con todo lo que engulló el domingo todavía no siente hambre, se come su yogurt  que entre nos me genera mucha desconfianza esas personas que comen yogurt a medio mañana y siendo cerca de 12 la pobre ya se siente más flaca, se mira al espejo, se toca los huesos de la clavícula (que estupida, por Dios) incluso lo comenta con su madre, la que ya, conociéndola, le asiente con la cabeza….

Y ella que pensaba que la angustia del domingo desaparecería de su vida ese último viernes de 4to medio y no sabía na´ que la angustia de hacer la mochila sería reemplazada por la angustia de hacer dieta!

Púdrete

miércoles, 17 de noviembre de 2010

espejito espejito

1, 2, 3, 4, estos jeans no te los he visto puesto nunca.Si vas ayudar a ordenar el closet no hagas preguntas. Muy chistosita la cuñada de #mipobrehermana

Hay algo mas estúpido que guardar en el closet prendas que no le caben? No!  Siendo justos no es que no le quepan, pero si producen otras alteraciones al momento de ponérselas como que no cierra el botón, le marca algún rollito o  simplemente le resaltan aquellas zonas que cualquier entendida en el tema le diría ¡escóndelas!

Tamaña barbaridad, lo peor es que ella tiene argumentos para todo. ¡Pero si este me lo puse en julio! Reina, estamos en noviembre. Me pone neura discutir con ella sobre el tema. Sobre todo porque tiene amigas que si una prenda no la usan en 2 meses, chao, se regala! Pero #mipobrehermana insiste en guardarlas;  no solo en guardarlas, sino que tenerlas ahí, colgadas bien a mano para torturarse cada mañana al momento de vestirse.

Si! Para #mipobrehermana abrir las puertas del closet y enfrentarse a toda esa ropa que al momento de mirarla se transforman en un tobogán que la conducen en 20 segundos al pasado. Y zas, en una milésima de segundo al presente cuando se mira el espejo. E-S-P-E-J-O!!! Un personaje en su familia. El pobre tiene la guerra declarada .Lo transformó en un ser viviente que se banca todos sus achaques, sus caras de odio, sus risas complices y hasta recibe garabatos, pero el tierno no contesta, se ríe de ella. Se burlla. ¿Existe algo peor que el silencio del espejo?. ¡Nada!

En 10 minutos su cama se transforma en un campo de batalla donde  poleras, pantalones y chalecos toman vida propia y se convierten en soldados del bando enemigo y la muy cara dura toma actitud de coronel del pelotón e indignada les grita, las tira y las arruga. ¿Cuántas cosas se puede probar antes de salir? Como si al cruzar el umbral de la puerta se viera como Kate Moss.
Confieso que #mipobrehermana se ríe de todo, a pesar del tiempo perdido en colgar y descolgar perchas,  en cachar que las líneas horizontales no le calzan, que el color fucsia solo logra dar el efecto visual de aumento, que la manga ¾  le resalta el busto, que las faldas cortas y sus rodillas no tienen buena onda y que su famoso enterito de jeans ya no va más. ¡¡¡Si, no va más!!!

¿Alguien sabe donde puedo encontrar el espejo de la bruja de la Blancanieves, para que todas las mañanas le mienta  y le diga que ella es la más bonita?

viernes, 12 de noviembre de 2010

Dress Code


¿Tienes chalitas plateadas?
Chalitas plateadas? ¿Para que?
Ay, pal matrimonio poh….
Ravotril sublingual por favor…. Si mi amiga flaca estupenda ya se está preocupando de las famosas chalitas plateadas es porque ya tiene solucionando el ítem vestido. Esto no es justo

Recibo el parte y leo la fecha. Me reúno con #mipobrehermana y en la carta gantt definimos que tenemos cinco semanas hasta el evento, o sea unos 4 a 5 kilos, noviembre por ende bronceaditas, pelo largo y liso full keratinitizado, chalitas altas. No era tan malo. El drama es que las cinco semanas ya pasaron y aquí estamos con #mipobrehermana a un día de la fiesta con 4 a 5 kilos; pero arriba, con el pelo corto y sin keratina por el daño causado al cuero cabelludo (según su estilista) con lordosis en la columna por el constante y excesivo uso de tacos y  gracias a Iván Torres y sus malditos informes del tiempo el tono de mi piel representa el mismo color que si hubiese pasado una largas vacaciones adentro del closet… BLANCA! 

Es un hecho que a 32 horas del bailable todavía no sabe lo que se va a poner, y no por que tenga varias opciones y ahí verá con cual me sienta mas cómoda, sino porque no ha tenido el valor de PROBARSE. Probarse es de las experiencias traumáticas a las que se enfrenta. Odia el verbo probar, salvo que sea el lanzamiento de algún chocolate o un nuevo helado, pero probarse ropa produce en ella  el efecto contrario del Ravotril, un así como “angustia mode on”.
Mientras toma la prenda del colgador reza. La vieran. Si!, reza y pide al menos que el vestido le quede igual que la ultima vez que lo usó, pero de rodillas promete que eso nunca ha sucedido dos semanas antes del evento. ¿Sabes todo lo que puede pasar en el cuerpo de #mipobrehermana en quince días? O-S-E-A- Puede pasar por 3 tallas de pantalones y si define un vestido con tanta anticipación con certeza la veremos el día de la fiesta corriéndole un botón.
Según la planificación de #miporbrehermana a estas alturas al menos debería tener solucionado el tema de la faja y la hora pedida al make up con instrucción en reforzar el rostro (ojala bien negros los ojos) para hacer foco en la zona superior y así sentirse con esa seguridad odiosa que metió en su cabeza una campaña de Cachantun… “La vida es un pasarela”…. pamplinas!!!!

Lo único que agradezco es que #mipobrehermana tiene con quién ir. Ese sería otro capítulo.

lunes, 8 de noviembre de 2010

#mipobrehermana

“No falta la pelotuda que se queda con polerón mientras hace elíptica. Lo que transpiras se recupera con un vaso de agua”, escuché de rebote decir a mi gran amiga…. Momento clave. La parí:   #mipobrehermana nació al primer puje de una carcajada y se vio dichosa en el camarín del estiloso gimnasio que paga, toda mojada, pero con su polerón bien puesto.

Cuantas mujeres han escuchado decir a su doctor: “tu diagnóstico es bulimia compulsiva sin devolución” ¡Cueck Cueck y recontra cueck!. En ese momento su mente sale de la consulta y se empieza a preguntar con golpes contra la pared ¿porque es parte del mínimo porcentaje de pacientes que NO DEVUELVEN?
Vuelve. “Esto explica los patacones, los ataques nocturnos a la cocina,  la ansiedad sin limites.”
¡Concha! Que nadie se vaya a enterar que es bulimia. En el conciente colectivo la bulimia es sinónimo de flacura y a #mipobrehermana  no le da para andar explicando que lo de ella  es sin devolución, porque es golosa, pero cero valiente. No se forzaría un vómito ni a patadas por la sencilla razón de que no se atreve. No tiene el valor. Dentro de su desorden alimenticio tiene plena conciencia de hacerse cargo de sus errores y si decidió comer… se la banca. ¡La cosa no puede ser tan sencilla como encerrarse en el baño y deshacerse de todo!
Dietas estrictas, cercanas al ayuno, la de la sopa, la de las uvas, la del puro líquido, la de la luna, cetogenica, la que se basa en tu grupo de sangre, la de Maluje, la Padron y mil doscientas estrategias que #mipobrehermana ha intentado. Sin éxito por cierto ya que es un clásico verla almorzar lechuga o incluso saltarse el almuerzo para en la tarde verla disfrazada de investigador, tipo Mr Gadget, lupa en mano buscando las bolsas de piñata de cumpleaños de sus hijos en estos llamados ataques terroristas a la despensa, de la que, según su marido salen promotoras ofreciéndote productos de la cantidad de cochina´s  que habitan en ese mueble. Closet para ser justos. Para #mipobrehermana es un templo sagrado. Lo abre, lo mira, lo ordena, saca algo y la vuelve a cerrar.
Todo este material informativo, del tipo recolección de información para caracterización de personaje antes de escribir un guión es consecuencia de que #mipobrehermana entró en proceso de conocerse, de mirarse el ombligo, obvio que metafóricamente, porque entendamos que por su radio no se lo alcanza a ver. Se sintió con la suficiente personalidad y fortaleza para asumir issues que para muchas y muchos pueden resultar muy poco sexys en el canon femenino, pero para #mipobrehermana son de lo mas normal que hay. Si, envidia enormemente a las mujeres que “necesitan ir al gimnasio porque se liberan”, a esas malditas que por “genética” no asimilan, a las que no serian capaces de matar cuando NECESITAN  comerse un chocolate y a las que simplemente tienen fuerza de voluntad para cuidarse como estilo de vida.  
#mipobrehermana no pertenece a ninguno de esos sub grupos del género femenino pero aun así no se siente sola. Sabe que somos varias las que en el intento de asumir que la gula y el goce son nuestro lema nos vemos enfrentadas a publicidad con mujeres símbolos que son el resultado de sesiones de  photoshop.
Entre nos, #mipobrehermana ha demostrado gran valentía e hidalguía. Muchos la critican porque no es muy popular asumir que feliz vivirías en el pasillo de colaciones del supermercado, que las papas fritas sin Ketchup no son nada o que prefieres tener cuenta en el kiosco de la esquina  que en un banco gringo.  Pero como dice ella es lo que hay, y mientras los exámenes de sangre no demuestren que el colesterol esta más alto que su ego, todo bien.
Siempre ha sido una loquilla resuelta. A ojos del resto, claro. Porque la pobre es la definición de inseguridad. Era,  en verdad, porque en conversaciones que he tenido con ella ha demostrado ciertos atisbos de exceso de amor propio, de egolatría incluso;  pero ¿sabes? Me doy cuenta que está mejor paradita y más derechita que yo. (si alguien le comenta esta declaración le advierto que lo negaré hasta que quede horizontal para siempre)
Sorprenderse de uno mismo no es fácil, quizás, lo más difícil es abrir ese minúsculo espacio atemporal en el que #mipobrehermana levanta las cejas, respira profundo, hunde la guata y me mira de reojo con un mish.