lunes, 8 de noviembre de 2010

#mipobrehermana

“No falta la pelotuda que se queda con polerón mientras hace elíptica. Lo que transpiras se recupera con un vaso de agua”, escuché de rebote decir a mi gran amiga…. Momento clave. La parí:   #mipobrehermana nació al primer puje de una carcajada y se vio dichosa en el camarín del estiloso gimnasio que paga, toda mojada, pero con su polerón bien puesto.

Cuantas mujeres han escuchado decir a su doctor: “tu diagnóstico es bulimia compulsiva sin devolución” ¡Cueck Cueck y recontra cueck!. En ese momento su mente sale de la consulta y se empieza a preguntar con golpes contra la pared ¿porque es parte del mínimo porcentaje de pacientes que NO DEVUELVEN?
Vuelve. “Esto explica los patacones, los ataques nocturnos a la cocina,  la ansiedad sin limites.”
¡Concha! Que nadie se vaya a enterar que es bulimia. En el conciente colectivo la bulimia es sinónimo de flacura y a #mipobrehermana  no le da para andar explicando que lo de ella  es sin devolución, porque es golosa, pero cero valiente. No se forzaría un vómito ni a patadas por la sencilla razón de que no se atreve. No tiene el valor. Dentro de su desorden alimenticio tiene plena conciencia de hacerse cargo de sus errores y si decidió comer… se la banca. ¡La cosa no puede ser tan sencilla como encerrarse en el baño y deshacerse de todo!
Dietas estrictas, cercanas al ayuno, la de la sopa, la de las uvas, la del puro líquido, la de la luna, cetogenica, la que se basa en tu grupo de sangre, la de Maluje, la Padron y mil doscientas estrategias que #mipobrehermana ha intentado. Sin éxito por cierto ya que es un clásico verla almorzar lechuga o incluso saltarse el almuerzo para en la tarde verla disfrazada de investigador, tipo Mr Gadget, lupa en mano buscando las bolsas de piñata de cumpleaños de sus hijos en estos llamados ataques terroristas a la despensa, de la que, según su marido salen promotoras ofreciéndote productos de la cantidad de cochina´s  que habitan en ese mueble. Closet para ser justos. Para #mipobrehermana es un templo sagrado. Lo abre, lo mira, lo ordena, saca algo y la vuelve a cerrar.
Todo este material informativo, del tipo recolección de información para caracterización de personaje antes de escribir un guión es consecuencia de que #mipobrehermana entró en proceso de conocerse, de mirarse el ombligo, obvio que metafóricamente, porque entendamos que por su radio no se lo alcanza a ver. Se sintió con la suficiente personalidad y fortaleza para asumir issues que para muchas y muchos pueden resultar muy poco sexys en el canon femenino, pero para #mipobrehermana son de lo mas normal que hay. Si, envidia enormemente a las mujeres que “necesitan ir al gimnasio porque se liberan”, a esas malditas que por “genética” no asimilan, a las que no serian capaces de matar cuando NECESITAN  comerse un chocolate y a las que simplemente tienen fuerza de voluntad para cuidarse como estilo de vida.  
#mipobrehermana no pertenece a ninguno de esos sub grupos del género femenino pero aun así no se siente sola. Sabe que somos varias las que en el intento de asumir que la gula y el goce son nuestro lema nos vemos enfrentadas a publicidad con mujeres símbolos que son el resultado de sesiones de  photoshop.
Entre nos, #mipobrehermana ha demostrado gran valentía e hidalguía. Muchos la critican porque no es muy popular asumir que feliz vivirías en el pasillo de colaciones del supermercado, que las papas fritas sin Ketchup no son nada o que prefieres tener cuenta en el kiosco de la esquina  que en un banco gringo.  Pero como dice ella es lo que hay, y mientras los exámenes de sangre no demuestren que el colesterol esta más alto que su ego, todo bien.
Siempre ha sido una loquilla resuelta. A ojos del resto, claro. Porque la pobre es la definición de inseguridad. Era,  en verdad, porque en conversaciones que he tenido con ella ha demostrado ciertos atisbos de exceso de amor propio, de egolatría incluso;  pero ¿sabes? Me doy cuenta que está mejor paradita y más derechita que yo. (si alguien le comenta esta declaración le advierto que lo negaré hasta que quede horizontal para siempre)
Sorprenderse de uno mismo no es fácil, quizás, lo más difícil es abrir ese minúsculo espacio atemporal en el que #mipobrehermana levanta las cejas, respira profundo, hunde la guata y me mira de reojo con un mish.

10 comentarios:

  1. OMG,ha nacido un nuevo blog que me hace recordar los ISSUES que todas tenemos con la comida! Larga vida a #mipobrehermana !

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  2. estoy segura que todas las mujeres llevamos a #mipobrehermana a todas partes, nos acompañan socialmente a diversos lugares, a las comidas, otras a comprar zapatos,te acompaña mientras escuchas a esa amiga que irradia felicidad (sobreestimada), pero siempre #mipobrehermana está recordando que la pobrecita no lo es tanto y que ella nos enseña a aceptarnos como somos!!
    Excelente columna!!! Felicidades!

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  3. Me encantó...pero qué manera de reírme con esta mujer. Quiero leer YA su próxima columna!

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  4. nooooooooooooooooo todavía tengo ataque de risa!! creo que muero! jajajajajaj NOTABLE!

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  5. simplemente GRANDE POBRE HERMANA!!!!! espectacular!

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  6. Carol te felicito, me gusto muchísimo! sin duda todos tenemos a #mipobrehermana rondando cerca jaja.
    Como dijo Coca quiero el segundo capítulo YA y me encantaría que fuera en la revista YA jeje

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  7. Te quiero reina, estas hecha para escribir, eres simplemente GENIAL!!!!!!!

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  8. Un belivable!!!!
    Como quiero a #mipobrehermana
    Eres lo mas!!!
    Espero seguir riendome asi.

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  9. Estoy ansiosa por la segunda parte!!!
    Te las mandaste
    ya va haber alguien que te va a descubrir y de aqui a la fama!

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  10. Me he reído demasiado!!!! Agregado automáticamente a los fav! ,)

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